Cuéntame cómo vives, cómo vas muriendo, de Celaya

Cuéntame cómo vives; dime sencillamente cómo pasan tus días, tus lentísimos odios, tus pólvoras alegres y las confusas olas que te llevan perdido en la cambiante espuma de un blancor imprevisto. Cuéntame cómo vives; ven a mí, cara a cara; dime tus mentiras (las mías son peores), tus resentimientos (yo también los padezco), y ese estúpido orgullo (puedo comprenderte). Cuéntame cómo mueres; nada tuyo es secreto: la náusea del vacío (o el placer, es lo mismo); la locura imprevista de algún instante vivo; la esperanza que ahonda tercamente el vacío. Cuéntame cómo mueres; cómo renuncias -sabio-, cómo -frívolo- brillas de puro fugitivo, cómo acabas en nada y me enseñas, es claro, a quedarme tranquilo.
 Gabriel Celaya


ilustración de Hazuki Koike

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