Maestra

"De pequeña me leí un libro de mayores que contaba
que podías comerte la vida a cucharadas".
 Del libro “Recetas de lluvia y azúcar” de Eva Manzano

Siempre he pensado que la educación y más en concreto -mi profesión de maestra- se parece mucho al arte de cocinar un buen pastel. Tenemos los ingredientes de primera calidad, los alumnos y alumnas, vuestros hijos e hijas, que con un poco de magia, de arte y de ayuda de todos lograremos un buen resultado. La inquietud, y la ilusión por aprender será la clave, la levadura, el fermento que hará que la masa, la educación, se eleve esponjosa y suave.
La batidora, la mano del maestro y de los padres, es fundamental, para que el resultado sea óptimo. La guinda del pastel  al acabar este largo proceso, se la colocan ellos mismos, que seguirán sus propios derroteros.
La escuela es la primera enseñanza para la vida y en nuestra mano está que pueda ser dulce y agradable, o que al contrario sea amarga e incomestible. De ahí que entre todos consigamos que aunque  “la vida no és cap joc, però jugant s’apren a viure i conviure”
Magdalena Carrillo
Mi amiga escribe tan bien que estando juntas y leyendo sus relatos, no he podido evitar copiar este trozo y he hecho bien porque much@s en esta profesión se han sentido identificados con sus palabras.
Gracias.

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